En la escuela, por lo menos en los casos que conozco, la imagen nunca ha sido tomada en cuenta como un elemento de primera categoría para la enseñanza a través de esta. Generalmente vivimos rodeados de imágenes que nos quieren transmitir cantidad de mensajes y sensaciones a través de sus colores, texturas, estructuras, dimensiones, etc. Esto se da gracias al avance de la publicidad y de los mecanismos que se usan para persuadir a las personas para que compren o adquieran cualquier tipo de objetos. Existe un adagio popular que dice “todo entra por los ojos” y no lo han hecho creer así. Ahora bien, yo me pregunto ¿por qué si la imagen ocupa un lugar tan importante para el desarrollo de nuestras vidas no se toma en cuenta como objeto de estudio en las escuelas? De pronto lo anterior puede sonar un poco exagerado, pero vivimos rodeados y manipulados por todo tipo de imágenes, como las que vemos en internet, televisión, periódicos, etc., y no podemos escapar de eso. Cualquier tipo de imagen nos evoca millones de recuerdos y sensaciones que nos crean efectos en nuestro cerebro y nos llevan a pensar en cierto tipo de cosas.
Para el estudio de la imagen en la escuela hace falta que nos demos cuenta cómo podemos llegar hasta los alumnos con alguna caricatura o película que les llene su centro de interés y, por consiguiente, que les cree un interés hacia ese tipo de información. Las imágenes manejan diferentes tipos de intenciones y pueden llegar a ser tan fuertes y efectivas que, muchas veces, nos llevan a cometer acciones inconscientemente.
La lectura de la imagen, bien orientada, puede cambiar la perspectiva de los niños hacia la educación. Si lográramos enseñar efectivamente cómo leer una imagen y cómo tratar de entender las diferentes intenciones que esta tiene, podríamos llegar a crear y a cambiar las visualizaciones de los alumnos en las diferentes situaciones de la vida cotidiana.
En esta instancia sería necesario aclarar que la capacidad de producir diferentes tipos de imágenes con una intención específica no es innata, pero se puede enseñar la manera de capturar y generar una sensación a través de una intención. Yo creo que en la escuela debería fomentarse el uso de la imagen como objeto y herramienta de estudio ya que, como se mencionó al principio, estamos rodeados de miles de imágenes y vamos evolucionando a medida en que ellas nos lo permiten.
Para concluir, el uso de la imagen en el aula actualmente no tiene casi ningún valor significativo, pero es necesaria en todas las asignaturas y en todos los campos de desarrollo de aprendizaje del niño, ya que nos brinda una visión diferente de una pequeña porción del mundo siendo esta una parte del mismo.